lunes, 12 de noviembre de 2012

Recordando: El papel internacional de China, por el KKE


Coincidiendo con el nuevo Congreso del PC de China (XVIII), publicamos un artículo de Elisseos Vagenas, responsable de RRII del Partido Comunista de Grecia (KKE) que fue redactado el año pasado analizando el papel internacional de China





El surgimiento de China como nueva potencia mundial concentra la firme atención de varios analistas así como de simples trabajadores en todo el mundo. Se expresa gran interés de parte de personas politizadas que tienen conocimientos sobre la época de las revoluciones sociales que inició con la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia y llevó a una serie de grandes luchas y revoluciones sociopolíticas en todo el mundo, entre otras la Revolución China. El interés sobre la fuerza creciente de China es contradictorio porque se realiza bajo las banderas rojas y con el Partido Comunista de China en el poder.

Sin embargo, una de las “lecciones” que hemos sacado de la contrarrevolución en la Unión Soviética es que los comunistas no deberían dejarse llevar plenamente por lo que decía el PCUS. Cada Partido Comunista debería, firme en el principio del internacionalismo proletario, estudiar con sus propias fuerzas los acontecimientos, la experiencia del movimiento comunista internacional e intentar formar su propia opinión en la base de la ideología marxista-leninista. 

El KKE ejerce su derecho de crítica en el movimiento comunista internacional y a fin de fortalecerlo, de fortalecer la estrategia comunista, se opone a las desviaciones de los principios marxistas-leninistas y de las leyes que rigen la construcción socialista, mientras mantiene relaciones bilaterales con partidos comunistas cuyas aproximaciones son diferentes.

En esta base, el KKE mientras mantiene relaciones bilaterales con el Partido Comunista de China sigue estudiando los desarrollos de manera sistemática, forma sus evaluaciones y las expone tanto al PC de China como públicamente. Es bien sabido que desde su 17º Congreso (2005) el KKE subrayó la expansión de las relaciones capitalistas en China. En los años siguientes esta tendencia se ha fortalecido y se ha hecho aún más evidente.

Desarrollos en relación con la posición internacional de China

En la economía

El aumento de la fuerza económica de China es un hecho incuestionable. Así, se considera que China, que ha superado a Japón, es la segunda economía más grande en el mundo[1]después de los EE.UU., mientras que en 2010 superó a Alemania y ocupó la primera posición en la clasificación mundial entre los países-exportadores. En el período enero-octubre 2009 China exportó mercancías por valor de 957.000 millones de dólares.[2] Las exportaciones cubren el 80% de los ingresos de divisas del estado.[3] China exporta 50.000 diferentes productos a 182 países mientras con 80 de estos ha firmado acuerdos comerciales y protocolos de cooperación. Los socios comerciales principales de China son los grandes países capitalistas (Japón, EE.UU., países de la UE), que representan el 55% de las transacciones de su comercio exterior.[4]

Un hecho que indica el cambio que ha ocurrido en los últimos veinte años es que mientras en 1993 China exportaba petróleo, hoy en día se ve obligada no solamente a hacer importaciones, sino que desde 2009 se compara con los EE.UU. en las importaciones mundiales de petróleo.

En 2010, China ocupó la segunda posición a nivel mundial (después de EE.UU.) en número de multimillonarios (130 personas) cuya propiedad se incrementó en 222% dentro de un año. Además, se estima que las 1.000 personas más ricas en China dentro de un año aumentaron su propiedad en un 30%, llegando de los 439 mil millones de dólares a los 571 mil millones de dólares.[5]

Declaración conjunta: en el 95 aniversario de la Revolución de Octubre


Declaración conjunta de Partidos Comunistas y Obreros ante el 95 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre





El Gran Octubre de 1917 y los posteriores acontecimientos históricos han avalado la corrección de la teoría marxista-leninista relativa a la inevitabilidad del derrocamiento revolucionario de la dictadura de la clase burguesa y el establecimiento de la dictadura de proletariado, contemplando su victoria en la lucha de clases contra el capital y la exitosa construcción y desarrollo del socialismo como primera fase del comunismo, con el objetivo de lograr erradicar por completo la división de la sociedad en clases, la salvaguarda de la completa prosperidad y el libre desarrollo multifacético de todos los miembros de la sociedad. La lucha por las reformas sociales en el marco del capitalismo y la lucha parlamentaria son formas subordinadas de lucha de clases para el establecimiento revolucionario de la dictadura del proletariado y por sí mismas no llevarán a cambios en el sistema socio.-económico.

La vía al socialismo, que la Comuna de París fue la primera en seguir, es una vía pionera. La teoría del comunismo científico y la práctica de la construcción y desarrollo del socialismo en el siglo XX han demostrado recurrentemente que el poder que se establece tras la victoria de la revolución socialista no puede en esencia ser otra cosa que la dictadura del proletariado, de la clase obrera. La dictadura del proletariado es la esencia del estado socialista. Su forma, como la experiencia de la construcción, desarrollo y derrota temporal del socialismo en la URSS ha demostrado, no es la democracia parlamentaria sino la democracia soviética, en la que las unidades electorales básicas no son áreas geográficas sino las fábricas. Esto salvaguarda los estrechos lazos del estado con las masas obreras, la facilidad y la aplicación práctica de la revocación por los trabajadores de los empleados públicos que no colman sus expectativas.

El poder obrero o socialista, independientemente de cómo se llamen los órganos de poder, está formado por colectivos de obreros y no sobre una base geográfica, y es la forma organizativa de la dictadura del proletariado. Como los soviets en la URSS, las formas futuras de organización del poder obrero expresarán la dictadura del proletariado porque su formación y su trabajo se basarán en la realidad objetiva, en la organización de los trabajadores en el proceso de producción social. Estos órganos de poder, que son elegidos por los colectivos obreros, funcionan como una red unificada y garantizan el carácter del estado como un estado de la clase obrera, el control del mantenimiento de su carácter de clase en nombre de la clase obrera, de los trabajadores. La formación de órganos de poder socialista fuera de los colectivos obreros, independientemente de su nombre, resulta en formas temporales e inestables como demuestra la misma experiencia de la Unión Soviética, que a mediados de los años 30 procedió a la elección de los órganos sobre una base geográfica.

La Chispa Obrera NO.15



La Chispa Obrera NO.14



La acumulación originaria de capital en El Salvador.


ALGUNOS TÉRMINOS PARA COMPRENDER LA GÉNESIS DE LA SOCIEDAD BURGUESA.
“Hemos visto cómo se convierte el dinero en capital, cómo sale de éste la plusvalía y de la plusvalía más capital. Sin embargo, la acumulación de capital presupone la plusvalía; la plusvalía, la producción capitalista, y ésta, la existencia en manos de los productores de mercancías de grandes masas de capital y fuerza de trabajo”.[1]
-Marx, Karl. El Capital.
  • Conversión del dinero en capital.
Para transformar el dinero en capital, no basta con la producción de valores y la circulación de mercancías. Antes, debe enfrentarse, de una parte, el poseedor  de valores o de dinero y, de otra, el poseedor de la sustancia creadora de valor; de un lado el poseedor de medios de producción y de vida, y de otro el hombre sin más patrimonio que su fuerza de trabajo, tratando el uno con el otro como comprador y vendedor.
Por tanto el proceso capitalista de producción, no produce solamente mercancías, no produce solamente plusvalía, sino que produce y reproduce el mismo régimen del capital, de una parte al capitalista y de otra al obrero asalariado[2].
El capítulo III del Capital de Marx; nos recuerda que para convertir el dinero en capital, el poseedor del dinero tiene que encontrarse en el mercado entre las mercancías, con el obrero libre; libre en doble sentido, de una parte  ha de poder disponer libremente de su fuerza de trabajo como  de su propia mercancía, y de otra parte no ha de disponer de otra mercancía mas que ofrecer en venta[3].
  • La plusvalía engendra nuevo capital.
Como los capitalistas reconocen que no pueden aumentar extensiva o intensivamente la explotación de los obreros que ya trabajan, es forzoso incorporar a la producción fuerzas de trabajo adicionales, surge la necesidad de reproducir a la clase obrera, como una clase supeditada al salario, y al incorporar las fuerzas de trabajo supletorias de la clase obrera a los medios de producción existentes y adicionales, con esto se está operando la conversión de la plusvalía en capital. Es decir volver la acumulación de capital un en una reproducción progresiva del capital[4]. Porque, ¿qué es el capital? Plusvalía capitalizada.
  • La acumulación de capital presupone la plusvalía.
La inversión de la plusvalía como capital o la reversión a capital de la plusvalía, no es más que la acumulación de capital.[5]
Para acumular es forzoso convertir en capital una parte del trabajo excedente; si, dado que  la plusvalía sólo es susceptible de transformarse en capital, porque el producto excedente  -cuyo valor representa aquella- encierra ya los elementos materiales de un nuevo capital, ósea la plusvalía deberá invertirse en crear medios de producción y de vida adicionales, rebasando la cantidad necesaria para reponer el capital desembolsado[6].
La acumulación de capital puede variar según la distribución de la plusvalía en capital y renta; por tanto la acumulación de capital supone un aumento del proletariado[7].
El capital consiste en un primer momento en convertir una suma de dinero en medios de producción y fuerza de trabajo [en el mercado], luego los medios de producción se convierten en mercancías cuyo valor excede el valor de sus partes integrantes; el capital primitivamente desembolsado más una cierta plusvalía; mercancías que han de ser vendidas realizando su valor en dinero, para convertir este dinero en nuevo capital, sucesivamente sin interrupción[8].

Trabajo Infantil un flagelo estructural.



Articulo publicado por MRC-5

Lejanos, increíbles e irrepetibles deberían parecernos relatos como el de Charles Dickens, que en 1938 con su obra Oliver Twist retrató una sociedad cruel con los niños y niñas  huérfanos; atrás deberían quedarse las historias sobre infantes vendidos para saldar deudas, de niños y niñas trabajando como esclavos en minas, circos, prostíbulos, etc. Lejos  como un pasado vergonzoso de la humanidad.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) define el “trabajo infantil” como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico[1], algo acertado, no habrá que olvidar que también es una actividad económica –remunerada o no- y muchas veces un acto de supervivencia. Atrás queda la discusión sobre si éste flagelo es o no dañino, los gobiernos del mundo se dan golpes en el pecho y se vuelcan  a la firma de convenios en los que destacan la necesidad de erradicarle[2], mientras se llega al siglo XXI arrastrando, entre otras problemáticas, con 215 millones de niños trabajando (2008)[3], tratando de ”meter un gol y erradicar el trabajo infantil”  y cumplir con el ‘’Plan de acción Mundial 2010’’[4].

Con la historia no sólo pervive el trabajo infantil, se diversifica; trata de niños, niñas y adolescentes para producción de pornografía, prostitución, distribución de drogas, reclutamientos para conflictos armados, comerciantes, aprendices, mineros, limosneros, pepenadores, niños y niñas en la industria de alfombras, de balones de fútbol, de juguetes, de zapatos, producciones agrícolas, etc.

En América Latina y el Caribe, con estimaciones realizadas por el IPEC (Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil) referidas a la cantidad de niños y niñas económicamente activos, se ha inferido, que en la Región el 17% de los niños y niñas entre 5 y 14 años están económicamente activos en diferentes sectores productivos[5]. En El Salvador el trabajo infantil está definido según la EHPM (Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples)  como “la población de entre 5 a 17 años de edad que realizan actividades económicas sin distingo de categoría ocupacional (asalariado, cuenta propia, trabajador familiar no remunerado, aprendiz u otra), indistintamente de que reciban o no remuneración monetaria o en especie, y se ocupen en forma esporádica o regular.