lunes, 16 de abril de 2012

La Teoría del Estado

Por Héctor Bermejo Martín

Durante las siguientes líneas intentaré abarcar la Teoría del Estado a través del punto de vista materialista, teniendo en cuenta los fundamentos históricos que originaron el desarrollo de este. Además trataré de explicar su evolución y formas a lo largo de la historia, siendo la simplicidad la base fundamental de esta ponencia.

Comenzaré con una escueta explicación sobre el significado y los orígenes del Estado, finalizando con un análisis sobre su desarrollo y evolución a lo largo del tiempo.

¿Qué es el Estado?


Según la RAE el Estado es el conjunto de órganos de un país soberano, pero iremos más allá en la explicación.

El Estado es una entidad económica, política y social que organiza las normas dentro -o fuera- de un territorio soberano de manera coercitiva, es decir, una organización que puede ejercer la violencia contra sus miembros de manera legal, siempre y cuando los miembros de esa sociedad hayan infringido las reglas establecidas por esta. Todo Estado tiene un evidente carácter de clase, siendo este el medio administrativo y armado que ejerce los intereses de una clase sobre otra, de la clase dominante sobre la clase oprimida.

La cuestión más evidente respecto al Estado es la no existencia de este al mismo tiempo que no hay clases sociales, es decir, la esencia fundamental de la que emana la realidad de un Estado es la necesidad de la explotación de una clase por parte de otra.

Mediante esta aclaración, podemos afirmar que el Estado es la dictadura de un grupo predominante sobre un grupo oprimido, independientemente de lo democrático que este pueda ser, ya que el objetivo principal es el mantenimiento del poder económico-político de una clase sobre otra. Tal mantenimiento es conseguido mediante la coerción y la violencia, demostrando que el Estado sería imposible de gestionar sin estos actos.

Orígenes del Estado

La aparición de los primeros Estados se da con la Revolución neolítica, hacia el año 7000 antes de Cristo. Esta es la fecha aproximada del inicio de la civilización y el abandono de la barbarie. La población, organizada generalmente por clanes que tenían unos lazos de parentesco, había comenzado a abandonar los hábitos de cazadores-recolectores y a controlar su entorno, la comida ya no era recolectada, sino generada. Estaban los que domesticaban a los animales -pastores-, y los que domestican a las plantas -agricultores-. Los pastores y los agricultores comenzaron a entrar en conflicto cuando los rebaños de los primeros comenzaron a pastar y pisar los campos de los segundos. Ese acto de utilización de las propiedades ajenas generó un estallido de violencia entre los diversos grupos de pastores y agricultores especializados, derivando en conflictos bélicos que permitieron la captura de prisioneros que posteriormente pasarían a ser esclavos, la primera clase social oprimida. Estos acontecimientos históricos ya fueron registrados en las tablillas sumerias -la primera civilización conocida-, curiosamente, los sumerios inventaron la escritura y las leyes. Evidentemente, unas leyes en las que prevalecía el poder de los amos sobre los esclavos.

También cabe destacar el abandono de la sociedad matriarcal para la implementación de un tipo de sociedad patriarcal, marcada por una mayor agresividad y un entorno más competitivo, más belicista. Al aumentar las necesidades de suma de trabajo era necesario adquirir más mano de obra y, los prisioneros de guerra jugaron un papel fundamental para la cobertura de esas necesidades convirtiéndose en esclavos. Las relaciones inter-tribales pasaron a convertirse en organizaciones para la rapiña de los bienes de sus vecinos.

Fue durante ese periodo cuando los seres humanos comienzan a abandonar el nomadismo para adoptar las costumbres sedentarias, las de los primeros agricultores. La agricultura permitió que las mujeres pudieran alimentar a sus hijos con una mayor facilidad, lo que permitió un sustancial aumento de la población y el nacimiento de los primeros núcleos urbanos. Es el principio del Estado esclavista, la primera fase de la evolución del Estado hacia el capitalismo, pasando por el feudalismo.

La evolución del Estado

Los diferentes tipos de estado han variado según el desarrollo de la raza humana, la ciencia, la técnica y, sobre todo, según las necesidades de las clases explotadoras predominantes por orden cronológico: los amos, los señores feudales, y los capitalistas.

Como he mencionado anteriormente, la esclavista es la primera forma de Estado, es decir, nació un ente que permitió el gobierno de los esclavos por parte de sus amos, gobierno que estaba avalado por una legalidad a favor de los amos, creado única y exclusivamente para el control de las posibles tensiones generadas entre las diferentes clases sociales, para el uso de métodos coercitivos de manera legal. De hecho, los esclavos no pertenecían a la sociedad, técnicamente, ya que no eran ni más ni menos que una propiedad privada de los amos, de hecho la ley romana los veía como bienes y, por lo tanto, ni siquiera estaban protegidos ante un asesinato o cualquier acto contra su persona. Los ratios diferenciales entre la población esclava y la población opresora eran sustancialmente favorables a los esclavos por cifras astronómicas, hubo ejemplos de revueltas esclavas durante aquel tiempo, siendo el ejemplo de Espartaco el más relevante, movimiento aplastado por Roma después de una cruenta lucha que costó la crucifixión a todo esclavo superviviente. De hecho 6000 esclavos prisioneros fueron crucificados en la Vía Apia desde Roma a Capua como celebración de la victoria sobre Espartaco.

Tales Estados nacieron con el fin de mantener a una parte de la sociedad oprimida por otra, es evidente la imposibilidad de que una mayoría trabaje obligatoriamente para una minoría sin la creación de un aparato de coerción permanente. Las capacidades técnicas de del aparato estatal eran infinitamente inferiores a las actuales, por lo tanto, ese aparato tenía un radio de acción mucho más limitado.

Los ejemplos de Estados esclavistas más cercanos que tenemos son el griego y el romano, estos Estados practicaban la opresión contra la clase esclava independientemente de ser una dictadura, una monarquía, o una República aristocrática o democrática. La esencia del Estado no variaba, independientemente de las diferencias en las formas de gobierno, estaba dirigida al control de los esclavos por parte de sus amos. Cabe recordar que la economía de la Grecia y la Roma antiguas estaba basada principalmente en la explotación de los esclavos y que, jamas, hubieran alcanzado tal desarrollo sin ellos.

Las formas de explotación variaron en el paso del Estado esclavista al Estado feudal, si el esclavo era una propiedad del amo que carecía de derecho alguno y ni siquiera estaba considerado como un ser humano, el siervo del Estado feudal estaba sujeto a la tierra de un señor al que debía pleitesía. La mayoría de la población seguía siendo rural, y el ratio diferencial entre siervos y señores era favorable a los primeros, siendo estos una amplia mayoría.

El Estado seguía funcionando como un elemento coercitivo que oprimía a una mayoría para favorecer a la clase social opresora. La mayoría de los Estados eran monarquías, siendo las repúblicas una rareza que se presentó en momentos eventuales.

Los campesinos siervos tenían derecho a trabajar para si mismos una corta serie de días, siendo el trabajo del resto de días para su señor. Los siervos carecían de derechos, siendo en este caso los señores los únicos que los poseían. Las diferencias entre un esclavo y un siervo eran mínimas, pero durante el feudalismo se abrió un marco para emancipación de los segundos, ya que no estaban considerados como una propiedad del señor feudal. Al poder trabajar en sus propias parcelas, los siervos podían ser dueños de sus vidas -hasta cierto punto-, y al poder intercambiar los bienes obtenidos de su trabajo a través de relaciones comerciales y del desarrollo de una industria rudimentaria fueron desintegrando el sistema feudal para dar paso a una nueva forma de opresión, el capitalismo.

La clase capitalista -la burguesía- nació al desarrollarse el comercio y el intercambio de mercancías, principalmente durante el final de la Edad Media. El descubrimiento de América inició una etapa de enorme crecimiento debido a la ingente cantidad de metales preciosos llegados de ultramar, si bien tuvieron gran importancia durante la etapa feudal, la plata y el oro pasaron a convertirse en un medio de riqueza bien reconocido, un medio transformado en bienes de circulación monetaria básica. Tal riqueza aumentó el poder de los capitalistas, declinando el poder de la clase terrateniente.

La nueva sociedad se ordenó de un modo en el cual todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, con independencia de la riqueza que poseyeran, los terratenientes y los hombres pobres "eran iguales ante la ley". La sociedad capitalista se formo bajo la consigna de la libertad, pero esa libertad era únicamente para los propietarios de algún tipo de bien, ya que los proletarios -la nueva clase explotada- se empobrecían cada vez más al ser su fuerza de trabajo su única posesión.

La derrota del feudalismo sirvió sin duda alguna para la libertad de los representantes del Estado capitalista, pero recordemos los fundamentos básicos del significado de la palabra Estado:

"El Estado es una entidad económica, política y social que organiza las normas dentro -o fuera- de un territorio soberano de manera coercitiva, es decir, una organización que puede ejercer la violencia contra sus miembros de manera legal, siempre y cuando los miembros de esa sociedad hayan infringido las reglas establecidas por esta. Todo Estado tiene un evidente carácter de clase, siendo este el medio administrativo y armado que ejerce los intereses de una clase sobre otra, de la clase dominante sobre la clase oprimida."

Por lo tanto, la definición de libertad es únicamente útil si se habla de los capitalistas, ya que el proletariado difícilmente pudo -y puede- alcanzar la libertad si no posee ningún medio del que beneficiarse sin ser previamente explotado.

Una de las principales características del Estado capitalista es la subordinación de los aparatos estatales ante los capitalistas, el Estado cumple con un objetivo base de ayudar a los capitalistas para el sometimiento del proletariado, por mucha apariencia de libertad que se pretenda exhibir. En los Estados capitalistas el capital lo es todo, siendo el parlamento un mero espectador de las políticas a favor de los opresores capitalistas, incluso podemos afirmar tajantemente que el parlamento del Estado capitalista-burgués es el instrumento principal para el mantenimiento de la opresión sobre la clase obrera, sobre el proletariado. Por estas razones es más que evidente que el "axioma" de la libertad bajo el Estado capitalista no es más que una simple falacia argumentativa de los generales del capitalismo y sus tentáculos representados por el parlamento burgués y los medios de comunicación voceros de la verdad capitalista, entre otros. No puede existir libertad mientras las clases sociales existan, no puede existir libertad allá donde allá un ser humano explotado por otro.

La alternativa socialista

Hay una figura que determina algo similar dentro del Estado esclavista, el Estado feudal, y el Estado capitalista. Esa figura es la dictadura de unos pocos contra una excelsa mayoría, mayoría que era oprimida de manera sistemática por el aparato de control estatal mediante la coerción y la violencia estructural inherente a la razón de ser de cada Estado. Sin embargo la aparición del Estado socialista rompe con la realidad anterior, rompe con la dictadura de unos pocos contra una mayoría para convertirse en unos dictadura de la mayoría contra los antiguos opresores. Esa es la dictadura del proletariado.

Existen ejemplos históricos en los cuales las masas oprimidas toman el control del Estado para crear un espacio libre de opresión capitalista, el más claro antes de la llegada del Estado socialista es la Comuna de París, formada por una serie de consejos municipales que eran elegidos de manera democrática en los distintos distritos de la ciudad. Evidentemente, los miembros de aquellos consejos pertenecían a la clase obrera.

La Comuna suprimió los elementos represivos del antiguo régimen y se encargó de que su representación estuviera formada por obreros. Policía, ejército, y clero fueron apartados del poder por el pueblo con el fin de los objetivos fundamentales de este movimiento, pero se olvidó algo fundamental. La preparación de una autoridad armada para el mantenimiento de tal orden, es por eso que la Comuna de París fue aniquilada y sus miembros exterminados. El desarrollo de los acontecimientos hubiera sido completamente diferente si la Comuna de París hubiera utilizado el aparato represivo propio del Estado.

La irrupción de la Teoría Marxista y la idea de que antes de la aparición del comunismo ha de haber un periodo de transición planteó un campo de batalla diferente, ahora, los obreros podían mantener el poder a través de los órganos que anteriormente les habían oprimido, siendo ellos, en este caso, quienes formaran parte del aparato opresor estatal, siendo la mayoría quien oprimiera a la minoría previamente opresora, con la certeza del mantenimiento del poder a través de un sistema de defensa armado y preparado para encauzar cualquier eventualidad.

El desarrollo de la Revolución Rusa de 1917 y el establecimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas demostraron que si la clase obrera cumplía con lo establecido por Karl Marx y Federico Engels, el mantenimiento del poder por parte de los obreros sería posible. Gracias a la guía de Vladimir Lenin y el Partido Bolchevique la clase obrera consiguió pasar a ser la clase opresora y la burguesía se convirtió en la clase oprimida, lo más justo, al menos desde el punto de vista cuantitativo. Los obreros se organizaron en soviets, un sistema de asambleas de trabajadores que decidía las políticas a seguir de manera democrática. El partido Comunista se organizó para liderar a las masas y desarrollar el Estado para el periodo de transición hacia el comunismo, el socialismo.

La base fundamental del socialismo es la apropiación de los medios de producción para su aprovechamiento común, y no para el enriquecimiento de unos pocos. Mediante este paso, los trabajadores dejarían de ser explotados de manera sistemática y obtendrían una recompensa justa a su trabajo, es decir, se acabaría con toda forma de explotación del hombre por el hombre, dando inicio a una sociedad sin clases. Para ello, fue fundamental que los miembros de la clase obrera tomaran la iniciativa y ocuparan la dirección estatal de la sociedad, cerrando el paso a los representantes de otras clases sociales. La violencia y la coerción también forman parte de la dictadura del proletariado, sin embargo esta dictadura va dirigida hacia una minoría de la población, la clase explotadora.

Tal y como dijo Lenin: "Lo que tiene en común la dictadura del proletariado con la dictadura de las otras clases es que está motivada, como cualquier otra dictadura, por la necesidad de aplastar a viva fuerza la resistencia de la clase que pierde la dominación política. La diferencia radical entre la dictadura del proletariado y la dictadura de las otras clases -la dictadura de los terratenientes en la Edad Media, la dictadura de la burguesía en todos los países capitalistas civilizados- consiste en que la dictadura de los terratenientes y la burguesía ha sido el aplastamiento por la violencia de la resistencia de la inmensa mayoría de la población, concretamente de los trabajadores. La dictadura del proletariado, por el contrario, es el aplastamiento de la resistencia que ofrecen los explotadores, es decir, la minoría ínfima de la población, los terratenientes y los capitalistas.” Lenin. I Congreso de la Internacional Comunista. Obras Completas. t.XXVIII.

Para que el socialismo triunfara fue necesaria la participación de la clase obrera en la gestión de la sociedad y el Estado, por esa razón era fundamental un agrandamiento de la democracia para el proletariado. Había que derrumbar la democracia burguesa para iniciar un nuevo tipo de democrática a través de un cambio sustancial dentro de esta, para eso era necesaria la transformación de los órganos de representación como el Parlamento en órganos de poder al servicio de la clase obrera. La creación de instituciones básicas de la democracia directa como el mandato imperativo, el referéndum y la revocabilidad de los cargos -entre otras- sustituyeron la democracia burguesa por la democracia proletaria.

Lenin lo explicó así: “La salida del parlamentarismo no está, naturalmente, en abolir las instituciones representativas y la elegibilidad, sino en transformar las instituciones de lugares de charlatanería en corporaciones “de trabajo”. V. I Lenin “El Estado y la Revolución” Obras Completas t. XXV.

La extinción de las clases explotadoras y la posterior desaparición de las clases sociales darían paso al comunismo, es decir, al final del Estado, pero esto no se dio jamás ya que depende por completo del desarrollo de la sociedad dentro del marco histórico. El mismo Lenin apreció que para la desaparición completa de Estado había que llegar al comunismo pleno basado en la máxima "de cada cual, según su necesidad; a cada cual según necesidades". El Estado existiría mientras no se dieran esas condiciones y la primera necesidad vital de cada hombre y mujer no fuera trabajar voluntariamente según su capacidad, existiese plena abundancia en productos de consumo y hubiese un elevada productividad del trabajo.

Bibligrafía

- Ambrosio García Leal: Sesgos ideológicos en las teorías sobre la evolución del sexo. Tesis doctoral. Codirectores: Jorge Wagensberg y Magi Cadevall. Departament de Folosifia. Facultat de Filosofia i Lletres. UAB.

- Engels: El origen la familia, la propiedad privada y el Estado.

- Lenin: El Estado y la Revolución. Obras escogidas (vol.2) Editorial Progreso.

- Lenin: La Revolución proletaria y el renegado Kautsky. Obras escogidas (vol.3) Editorial Progreso.

- Lenin: Primera exposición ante el KOMSOMOL en la Universidad Comunista Sverdlov.

- Marx y Engels: Manifiesto Comunista. Editorial Ayuso.

- Marx: Las luchas de clases en Francia. Editorial Ayuso.

- Joseph Zias: Cricifixión en la antigüedad.

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