Declaración conjunta de Partidos Comunistas y Obreros
ante el 95 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre
El Gran Octubre de 1917 y los posteriores acontecimientos
históricos han avalado la corrección de la teoría marxista-leninista relativa a
la inevitabilidad del derrocamiento revolucionario de la dictadura de la clase
burguesa y el establecimiento de la dictadura de proletariado, contemplando su
victoria en la lucha de clases contra el capital y la exitosa construcción y
desarrollo del socialismo como primera fase del comunismo, con el objetivo de
lograr erradicar por completo la división de la sociedad en clases, la
salvaguarda de la completa prosperidad y el libre desarrollo multifacético de
todos los miembros de la sociedad. La lucha por las reformas sociales en el
marco del capitalismo y la lucha parlamentaria son formas subordinadas de lucha
de clases para el establecimiento revolucionario de la dictadura del
proletariado y por sí mismas no llevarán a cambios en el sistema
socio.-económico.
La vía al socialismo, que la Comuna de París fue
la primera en seguir, es una vía pionera. La teoría del comunismo científico y
la práctica de la construcción y desarrollo del socialismo en el siglo XX han
demostrado recurrentemente que el poder que se establece tras la victoria de la
revolución socialista no puede en esencia ser otra cosa que la dictadura del
proletariado, de la clase obrera. La dictadura del proletariado es la esencia
del estado socialista. Su forma, como la experiencia de la construcción,
desarrollo y derrota temporal del socialismo en la URSS ha demostrado, no es la
democracia parlamentaria sino la democracia soviética, en la que las unidades
electorales básicas no son áreas geográficas sino las fábricas. Esto
salvaguarda los estrechos lazos del estado con las masas obreras, la facilidad
y la aplicación práctica de la revocación por los trabajadores de los empleados
públicos que no colman sus expectativas.
El poder obrero o socialista, independientemente de cómo se
llamen los órganos de poder, está formado por colectivos de obreros y no sobre
una base geográfica, y es la forma organizativa de la dictadura del
proletariado. Como los soviets en la URSS, las formas futuras de organización
del poder obrero expresarán la dictadura del proletariado porque su formación y
su trabajo se basarán en la realidad objetiva, en la organización de los
trabajadores en el proceso de producción social. Estos órganos de poder, que
son elegidos por los colectivos obreros, funcionan como una red unificada y
garantizan el carácter del estado como un estado de la clase obrera,
el control del mantenimiento de su carácter de clase en nombre de la clase
obrera, de los trabajadores. La formación de órganos de poder socialista fuera
de los colectivos obreros, independientemente de su nombre, resulta en formas
temporales e inestables como demuestra la misma experiencia de la Unión
Soviética, que a mediados de los años 30 procedió a la elección de los órganos
sobre una base geográfica.
La experiencia de la URSS demostró el papel irreemplazable
de la vanguardia revolucionaria del partido de la clase obrera como fuerza
dirigente en la construcción y el desarrollo de la nueva sociedad. La teoría
leninista sobre el partido mantiene intacta su significancia. La
experiencia ha confirmado la posición leninista de que no puede haber ningún
movimiento revolucionario sin un partido revolucionario. Tal partido fue el
partido bolchevique, el partido de Lenin. Muchos problemas fundamentales y
particularmente serios, que ningún país capitalista puede resolver
completamente, fueron resueltos en la URSS bajo su dirección. Esto fue
confirmado con la experiencia de los partidos hermanos de los países de la
comunidad socialista. En particular, resolvieron el problema del pleno empleo,
garantizaron la educación gratuita, la atención médica, la utilización de los
logros de la ciencia y la cultura. En la URSS la vivienda, las instalaciones
públicas, el transporte, etc., eran casi gratuitos. No sólo se satisfacían las
necesidades básicas materiales y mentales de todos los miembros de la sociedad,
sino que también se crearon las condiciones para el desarrollo multifacético y
el perfeccionamiento de la personalidad humana. Ningún país capitalista ofrece
tanta seguridad al pueblo como lo hizo la Unión Soviética socialista.
Además, la experiencia de la URSS demostró convincentemente
que la base económica de la concreción, fortalecimiento y desarrollo del poder
soviético como forma organizativa de la dictadura del proletariado es la
propiedad social de los medios de producción, la producción social directa
planificada y organizada, la producción de valores de uso con el objetivo de
garantizar la plena prosperidad y el libre desarrollo multifacético de todos
los miembros de la sociedad.
El objetivo de la producción socialista no es incrementar el
valor de sí misma, ni el de la plusvalía, sino garantizar la prosperidad y el
desarrollo multifacético de todos los miembros de la sociedad. La renuncia a
este objetivo, la orientación de mercado, lleva a la disolución del socialismo
ya que, según los principios, la economía de mercado basada en las mercancías
no puede servir como base económica de la dictadura del proletariado. La
economía universal basada en las mercancías es el capitalismo, la base de la
dictadura de la burguesía.
La necesidad de la clase obrera de un estado se determina
por la necesidad de oprimir a sus enemigos de clase y organizar las nuevas
relaciones de producción. Por esta razón el estado socialista, según Lenin, ya
es un semi-estado que tiene que luchar contra la actitud pequeño-burguesa del
resto de fuerzas y tradiciones de la sociedad burguesa. El estado obrero sólo
desaparecerá cuando las metas finales de los comunistas se alcancen: con la
completa erradicación de las clases en el curso del desarrollo socialista, con
el desarrollo del socialismo en pleno comunismo, con la erradicación de la
amenaza de agresión por el capitalismo, no desde dentro del país, sino también
desde fuera.
La mutación política e ideológica de los más altos órganos
del partido y del estado llevó a la revisión del marxismo-leninismo en el 20
Congreso del PCUS y luego en el 22 Congreso. El PCUS renunció al elemento
fundamental del marxismo, la dictadura del proletariado, y proclamó el “estado
de todo el pueblo”, que evolucionó hacia el denominado concepto de
socialismo desarrollado y la política de la “perestroika”. La renuncia
principalmente de los principios básicos del comunismo en la teoría y en la
práctica llevó a la contrarrevolución y, con el apoyo del imperialismo
internacional, al derrocamiento del socialismo en la Unión Soviética, a su
disolución y a la restauración del capitalismo en los estados que se formaron
en su territorio.
No obstante, el rumbo de la historia puede ser revertido en
uno u otro país, pero no puede detenerse. El carácter social de la producción,
que se profundiza y fortalece constantemente, está en grave contradicción con
la apropiación privada capitalista. Como resultado de esta contradicción, todas
las contradicciones económicas y políticas del capitalismo se están agudizando.
Por esta razón, los comunistas declaramos sólidamente que la revolución no
puede detenerse. ¡A la contrarrevolución le seguirá la revolución!
La agresividad imperialista está siendo fortalecida por la
agudización de las contradicciones imperialistas por el control de los recursos
naturales y las rutas de transporte de energía. La burguesía de cada país busca
reforzar su posición e intensifica el ataque contra la clase obrera y los
sectores populares pobres. Sus armas ideológicas son las teorías neoliberales y
socialdemócratas del pacto social, la colaboración de clases, la paz social y
el agotamiento de las posibilidades para la realización de la revolución. Este
arsenal se ve complementado por el revisionismo y el oportunismo, que se han
desarrollado en el movimiento comunista internacional.
Pero la humanidad no se puede desarrollar ni hacer progresos
sobre la base de la producción que se basa en la propiedad privada. Las vidas y
el desarrollo del pueblo no pueden restringirse por la escala de la propiedad o
el deseo de un grupo de gente por ser dominante, por hacer de los otros sus
siervos. Los comunistas declaramos lo siguiente a todo el mundo, en respuesta a
la consigna burguesa sobre la “democracia global”: Sólo la lucha contra el
imperialismo en la perspectiva de la construcción del socialismo y su pleno
desarrollo en comunismo, sólo el rumbo que se inició por la Gran Revolución
Socialista de Octubre, es el camino que llevará a la humanidad a laabolición
de la explotación del hombre por el hombre, a la satisfacción de las
necesidades actuales de las personas.
La reorganización del movimiento comunista
internacional, la salida de la actual situación de crisis y retirada, la
formación de una estrategia unificada sobre la base del marxismo-leninismo y
del internacionalismo proletario son una tarea inmediata, cuya resolución es
una exigencia de las actuales condiciones de lucha contra la unión global del
capital. La lucha internacional antiimperialista y contra la guerra es
importante para el movimiento comunista hoy. Al mismo tiempo, una de las tareas
básicas es la lucha implacable contra el oportunismo y el revisionismo en todas
sus formas, que constituyen el principal peligro para el movimiento comunista.
Las revoluciones no tienen límites, no se llevan a cabo
según la voluntad de los líderes y los partidos, sino que expresan la tendencia
superior de toda clase progresista de que las gentes oprimidas y explotadas se
beneficien de los productos de su trabajo, del desarrollo de las fuerzas
productivas de la sociedad, la creación de valores intelectuales y materiales
para todos.
¡Las grandes ideas y obra del Gran Octubre deben pervivir
durante siglos!
¡Trabajadores y gentes explotadas y oprimidas, levantaos
y luchad!
¡Viva la Revolución Socialista!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Firmado por los siguientes partidos:
PC de Acerbaiyán
PC de Grecia (KKE)
PC Obrero Húngaro
Partido Socialista de Letonia
PC de México
PC Obrero Ruso – Partido Revolucionario de los Comunistas
PC de la Unión Soviética
PC de los Pueblos de España (PCPE)
PC Sirio
PC de Tayikistán
Unión de Comunistas de Ucrania
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