miércoles, 18 de enero de 2012

Etapas del Movimiento Sindical parte VI

16 de enero 2012
 
En esta etapa de control ideológico el movimiento sindical casi desde su surgimiento—salvo raras excepciones—ha sido utilizado en las incontables campañas electorales, en las que grupos de clase que no es el proletariado, dirimen sus divergencias y apetitos por el control del gobierno central o municipal y por los puestos en una asamblea defensora de los intereses de la clase dominante y por puestos bien remunerados en todo el aparato estatal.
El control ideológico ejercido, dicta a los trabajadores manuales e intelectuales, del campo y la ciudad, dejar en manos de la burguesía y la pequeña burguesía todos estos procesos en los que cada 5 o 3 años son electos los administradores de los intereses de la clase dominante, por supuesto utilizando el voto de las grandes mayorías, que meses después de haber participado comienzan a manifestar su frustración al ver que las promesas hechas en las campañas electorales sólo han sido cantos de sirenas bien elaborados a partir de las necesidades materiales del pueblo que de una u otra manera debe de vender su fuerza de trabajo para vivir y reproducirse.
La campaña del 2012 ha comenzado y esta vez con nuevos elementos, pues nunca se había tenido en el gobierno central a un partido que naciera de un proceso en que el pueblo participó y perdió a decenas de miles de hombres y mujeres que ansiaban una nueva sociedad libre de explotación y represión y que se planteaban hasta 1983,un Gobierno Democrático Revolucionario con hegemonía de obreros y campesinos pobres, y esos no eran cantos de sirena pues el pueblo se incorporaba por tal objetivo conscientes que la emancipación de los pueblos, es obra de los pueblos mismos.
Pero ahí el control ideológico vuelve a hacernos otra más de sus jugarretas y el proyecto que tanto anhelaba el pueblo, después de la muerte del dirigente obrero Cayetano Carpio, queda en manos de la pequeña burguesía y esta ni corta ni perezosa lo cambia por el de Gobierno de Amplia Participación, que es lo que tenemos hasta ahora y hasta con una injerencia multiplicada del imperialismo, mayormente el norteamericano.
Uno de los nuevos elementos a observar, es la encarnizada lucha entre la burguesía compradora—grupo hegemónico le llaman algunos técnicos en ciencias económicas—y el grupo no hegemónico, pero siempre propietarios de los medios de producción, lo que los hace grandes o pequeños burgueses.
Tratemos de explicar este fenómeno; desde que el Estado Salvadoreño, es eso—un aparato de represión de una clase sobre otra, la burguesía dominando y explotando al trabajador manual o intelectual, del campo o la ciudad; y que se opta por gobiernos de elección popular—, estos solo han estado al servicio de la clase dominante, cuando el añil era el producto principal de exportación, los gobiernos de turno gobernaban y legislaban solo a favor de los añileros exportadores; cuando el café, hasta expropiaron las tierras comunales para favorecer a los cafetaleros exportadores, y así sucesivamente hasta llegar a lo que ahora tenemos en la etapa imperialista del capitalismo que es el reino de los monopolios, la especulación financiera y la ligazón más estrecha y directa hasta confundirse, de las burguesías nacionales con los consorcios transnacionales, en resumidas cuentas todos los gobiernos estuvieron al servicio de ese sector de la clase dominante, la burguesía compradora; pero a partir de mediados del 2009, aparece un nuevo elemento, el nuevo gobierno ya no está 100% al servicio de la burguesía compradora, sino, 100% al servicio del imperialismo de turno y en un gran porcentaje, al servicio del grupo de burgueses que no son del grupo hegemónico, de tal manera que con un gobierno a su servicio, están osando tímidamente escalar posiciones que han sido exclusivas de la burguesía compradora, y para eso crean leyes o las reforman, unas no son tan perjudiciales para la burguesía compradora que ha desarrollado tal capacidad económica de tanto explotar a los trabajadores de El Salvador, que hasta hace grandes inversiones en el área centroamericana y fuera de ella tal como lo hace todo buen imperialista, pero otras sí molestan a la burguesía compradora y por eso necesitan retomar el control del instrumento gobierno, para que nadie le estorbe o quiera incursionar en sus dominios que han sido su monopolio, no están contentos por ejemplo, que otros traten de obtener jugosas ganancias en el área del comercio de los medicamentos; si se trata de una reforma fiscal, para ellos no es problema, tienen todos los mecanismos para hacer que el pueblo trabajador o el consumidor final como dicen los técnicos en economía, terminen pagando los impuestos, además hasta les sirve de justificación para explotar más a los trabajadores y hacer más precarios los empleos, en fin, la crisis de los burgueses las pagan los proletarios.
En este marco nos están llamando a los trabajadores a participar entusiastamente en las próximas elecciones, pero esta vez como en los cientos de las pasadas, gane quien gane, seguirán estando al servicio de los intereses de la clase dominante, y es precisamente que debido al control ideológico, no logramos definir que la emancipación de los trabajadores manuales o intelectuales del campo o la ciudad, solo será producto de la lucha organizada de las grandes mayorías, que no hay un salvador supremo ni aunque este dotado de huesos rojos que pueda sustituir la lucha organizada  que esté fuera del control ideológico que hasta ahora ejerce la burguesía sobre los trabajadores y muchos de sus dirigentes, y que los trabajadores organizados sólo podrán entrar en la lid electoral entusiastamente cuando cuenten con candidatos con ideología proletaria, surgidos de su propio seno y de sus propias organizaciones, pero para eso es necesario deshacernos de ese control que constituye una herencia a la que hay que renunciar; mientras tanto solo estaremos dando luchas contra los enemigos de nuestros enemigos.


¡OSAR LUCHAR, OSAR VENCER!

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